miércoles, 27 de julio de 2016

El gran terremoto del 21 de octubre de 1766.


El 21 de octubre de 1766 ocurrió el terremoto más ampliamente sentido en la historia de Venezuela. 

En Maracaibo, a unos 1 000 km de distancia del epicentro se sintió levemente, así como en diversas islas del Caribe como Martinica y Guadalupe, entre otras. En Surinam, a unos 800 km, hubo daños menores en construcciones de madera, posiblemente por efectos locales de sitio. Estos también son la probable explicación para la agitación del suelo reportada en Atures y cercanías, estado Amazonas, a similar distancia. En Caracas, Petare y Guarenas, a unos 500 km de distancia, se sintió fuertemente, con daños en varias iglesias [Centeno, 1940; Grases, Altez y Lugo, 1999]. Los peores efectos sucedieron en las cercanías de la zona epicentral, en el oriente del país y la vecina isla de Trinidad. En Cumaná se reportó destrucción generalizada, incluyendo la de varias iglesias y conventos. Lo mismo puede decirse de Puerto España y otras poblaciones cercanas enTrinidad. Mocquet (2007) ha reevaluado las intensidades ocurrid as, asignando entre 9 y 10 (destructivo a muy destructivo) en Trinidad y entre 8 y 10 (muy dañino a muy destructivo) en Cumaná; véase la figura anexa.



33 años después, este terremoto fue reseñado por Humboldt y Bonpland (1799), de quienes provienen parte de los reportes de la época. Refieren que en Cumaná las réplicas se sucedieron cada hora por 14 meses, durante los cuales la gente acampó en la calle. Dada su amplitud y efectos, el foco de este terremoto se ha considerado de profundidad entre 50 y 100 km, con magnitud cercana a 8, el mayor de todos los ocurridos en el país. Es importante considerar la posibilidad de repetición de un evento similar y estimar sus probables efectos para tomar las adecuadas medidas de prevención. Es propicia la ocasión de este Coloquio para analizarlo, cuando se cumplen precisamente 250 años de su ocurrencia.

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